Un anciano calvo (más calvo) arrugado y con los bolsillos llenos de caramelos de menta y Viagra (espero no equivocarme de bolsillo).
Según mi observación empírica realizada en parques, obras, fiestas de pueblo, etc, existen varios tipos (o categorías) de persona mayores.
Tenemos por un lado a los Caminantes. Estos se dedican en su día a día a pasear sin rumbo fijo en busca de cerebros que devorar como zombis hambrientos con dentaduras postizas.
Se conoce que pueden juntarse en manadas y desplazarse a velocidades vertiginosas de unos 2km/hora.
También parecen tener un vago sentido del miedo. Este hecho es evidente cuando en su deambular se encuentran con una carretera, la cual cruzan sin mirar y por cualquier parte sin que les importe lo más mínimo que haya tráfico, lluvia, nieve o un desfile militar con caballos y cabra incluida.
Luego están los Plantados. Son facilmente reconocibles porque suelen colonizar los bancos de los parques, muchas veces en grupo, con el fin de realizar la fotosíntesis. Si se comete el error de acercarse y sentarse en un banco junto a un plantado, uno se verá sometido a una charla interminable sobre cualquier tema del siglo pasado. Advertencia: da igual que se hagan oídos sordos, seguirá y seguirá hablando sin parar hasta que se abandone el banco. Es su manera de defender su territorio.
También tenemos a los denominados Old Green. Son aquellos que bajo su disfraz de anciano cariñoso, cual santa claus, babean al mirar a las jovencitas (o jovencitos) pasar mientras se les dibuja una sonrisa de Sátiro en la cara con la mano metida en el bolsillo del pantalón.
Se les puede reconocer porque no pueden soportar hacer chistes picantes (verdes, de ahí su autodenominación) mientras el aire se les escapa cuando ríen, cual perro Pulgoso, amenazando con lanzar la dentadura postiza como un mortal bumerán capaz de matar al que tenga delante y al propio Old Green cuando haga el efecto retorno.
Y por último están los del tipo Fraggle rock. Los ancianos fraggle son aquellos que a pesar de no tener ni un solo diente se ríen con la boca de par en par mientras miran al cielo y menean todo el cuerpo como sí fueran un muñeco de trapo.
Los mayores fraggle se dedican a mirar las obras de los curris (los pequeños seres que construían estructuras en las cuevas en la mítica serie) para dar consejos a voz en grito alardeando de gran experiencia en el mundillo de la construcción aunque no hayan puesto un puto tocho en toda su vida.
Los ancianos fraggle se toman sus 17 putas pastillas todas juntas como sí fueran un chupito de tequila para luego tirar el vasito de plástico al suelo, pisarlo y levantar los brazos para chocar los 5 con sus compañeros de residencia como campeones.
Un jubilado fraggle es el que se va a todos los viajes del inserso que puede; montado en el autocar cantando a pleno pulmón como sí estuviera en un concierto.
Un auténtico anciano fraggle rock es aquel que de camino a Benidorm canta aquello de:
"Vamos a jugar, clack clack, tus problemas déjalos.
Para disfrutar, clack clack, ven a fraggle rock."
Después de pensarlo durante mucho tiempo (un par de segundos sí llega), lo tengo clarísimo.
De mayor quiero ser un fraggle rock.
No hay comentarios:
Publicar un comentario