domingo, 28 de junio de 2015

Sant Jordi Tweet (micro leyenda)

¿Serias capaz de sintetizar la leyenda de Sant Jordi en tan solo 140 caracteres ? 
Este era uno de los desafíos que planteaba el concurso anual para escritores y creativos de TMB (Transport Metropolità de Barcelona). Uno de los certámenes con más participación de la ciudad condal. 

Así que con la premisa de trabajar con una de mis leyendas favoritas...y añadirle algún elemento que hiciera referencia al transporte público de TMB, tenía que confeccionar un Tweet que tuviera todos esos elementos y que no superara los 140 caracteres (algo menos ya que el hastag del certamen rebajaba el número a 118). 

Y así lo hice. Utilice elementos  clave para hacer un guiño, una síntesis, un juego de palabras que tanto me caracteriza para, a mi manera, resumir la diada de Sant Jordi. 

Decir que mi Tweet ha quedado finalista entre los miles que se presentaron al certamen. Algo bueno tiene que tener. 

He aquí el Tweet: 

-Oye Jordi. ¿Dónde está Rosa?
-En el último dragón... digo vagón. 


lunes, 22 de junio de 2015

Verbena de San Juan. 5 maneras de sobrevivir a ella (artículo)

La Verbena de San Juan es esa festividad que se celebra la noche del 23 hasta la madrugada del 24 de Junio. En ella se conmemora el solsticio de verano, aunque este sea oficialmente el día 21 de Junio pero que por razones eclesiásticas y que el común de los mortales no puede conocer, la cambiaron al 23-24.

Es una noche mágica donde el cielo se ilumina por las miles y miles de hogueras que arden para celebrar que el veranito, los "vermuts" y las canciones-lapa (esas canciones de verano, con rimas tan cutres que se te pegan a la cabeza dándote ganas de pegarte un tiro) ya están aquí para hacernos disfrutar del maldito calor estival.

Por esa razón y porque últimamente solo veo que los bloggers escriben dando rankings, consejos o listas...He decidido hacer una.
No porque me considere blogger, ni porque me considere un periodista, si no porque me gusta enumerar cosas. Pero como no doy para mucho daré solo cinco “recomendaciones” (no se contar más allá de los dedos de mi mano)(dad gracias a que no soy una tortuga ninja...sería una lista muy corta).

Con es idea en mente te voy a dar 5 consejos para sobrevivir a la Verbena de San Juan.

1.- Cuidadín con pasarse con la coca.

Es una noche donde la fiesta recorre las calles, donde los excesos están permitidos. Cualquier excusa es buena para ponerse hasta arriba de coca.
No penséis mal.
Estoy hablando de un tipo de bollo que se realiza por las tierras catalanas y es tradición comer en la verbena. Aunque sinceramente, como está más buena es después de una noche de farra donde tienes la lengua como un neumático de tanto beber y donde el llamado “hambre de colocón” te ataca cual bestia sanguinaría al amanecer.
Así que tened cuidado con la coca de San Juan. Una ingesta exagerada puede provocar un aumento considerable de las cartucheras y los muslos que tanto hambre están pasando en la operación bikini que tantas acelgas nos está costando.
No confundir con la coca en San Juan. Está puede provocar que acabes a las 6 de la mañana en un control de la policía cantando “pim pam toma lacasitos”.

2.-¿Es buena idea saltar la hoguera?

Una gran tradición de esta noche es realizar una hoguera. Y como latinos que somos y exagerados por naturaleza, cuanto más grande mejor.
Vamos que cuando estás delante de ella te haces vuelta y vuelta como un trozo de lomo de cerdo. Que tengo colegas que hasta chisporrotean como el beicon. Y es que cuando sudando como un cabrón llegas cerca de tan intenso calor piensas si destruir el anillo o no.

Bien. Pues ya tenemos la puta hoguera, que no veas como se ha puesto tu madre por arrancar las puertas de casa para alimentar el fuego. Ahora solo falta saltarla.

Si si, hay que saltarla. Porque hay una tradición que dice que saltar la hoguera de San Juan trae buena suerte. Y así, años y años vemos como miles de imbéciles borrachos como para estar cinco días ardiendo, saltan por encima de un fuego alimentado posiblemente con el mismo alcohol que corre por sus venas.

Y yo me pregunto...¿de dónde habrá surgido esta tradición?

Y la respuesta es clara. De la iglesia.

Y es que me veo al cura, en la edad media,  diciéndole a las mujeres del pueblo que saltar a la hoguera traía buena suerte. Luego ya si ardían era por ser brujas y eso.

Así que ya sabéis, si vais borrachos, con los pantalones bajados o saltáis menos que Falete...no saltéis la hoguera. Y si lo hacéis sazonaros bien, que el hambre de colocón es muy grande.


3.-No hagáis rituales sin supervisión.

Como es una noche mágica, donde el más tonto de los mortales puede hacer un ritual que ha visto en una revista para adolescentes para que su mierda de vida sea mejor, pues venga, todos a hacer magia pagana así a lo loco.

Es importante que si no creéis en estas cosas, no llevéis al colega de turno,que si cree, a la fiesta. El alcohol, los inciensos y el olor de ciertas plantas (sean fumadas o no) puede hacer que cualquiera se crea Gandalf e intente hacer barcos con el humo de un cigarrillo mientras invoca los nombres de los componentes químicos que ha leído en una caja de tampax compac.

Que lo mismo invoca a uno de los enanitos de blancanieves que resulta ser Furioso (ese es su nombre) y os revienta la puta boca mientras ríe colocado por el humo que tenéis liado.

La magia solo pueden practicarla aquellas personas que tengan el don. Aquellas m pque tengan algún tipo de poder. Y si ese poder es la Supervisión pues mejor. Así “verás” venir las consecuencias. (Que Dios me perdone por este chiste tan tan malo).

4.- Ojo con la pólvora y el fuego.

Es la noche de la pólvora y el fuego. Donde el calor hace que todo estalle y donde la pólvora corre por las calles como si tuviera vida propia.

Lejos de advertir sobre lo peligrosos que son ciertos artefactos pirotécnicos...advierto sobre el fuego que nos consume por dentro esa noche y donde todo el mundo quiere experimentar los fuegos artificiales o lanzar una buena traca.

Y es que todo el mundo esta loco por culminar la noche con una buena petada donde el hermano pequeño de la pólvora tiene todo el protagonismo. El polvo.

Y es que más allá de toda la parafernalia de chispas y colores, más allá de toda la calor y el fuego interno, los mortales quieren echar un polvo.

Y no tiene que ser un buen polvo. Algunos buscan la típica traca que no defrauda. Otras, los cohetes que iluminen su cielo estrellado adornándolo de mil colores especiales. Y los hay que con tirar una bombeta o al menos encender una bengala ya están contentos.

Pensad bien que tipo de petardos queréis explotar esa noche. Y hacedlo con seguridad, poneros un guante o algo.

5.-Tened cuidado, el Diablo anda suelto.
Lo que mucha gente no sabe es, que en esta noche, el Diablo anda suelto entre los mortales para festejar la celebración del fuego y propagar los pecados como si de un video sobre gatitos se tratara. Gatitos muy monos y que hacen mucha gracia.

Y es que, en una noche donde hay fuego por las calles, explosiones, drogas y alimentos azucarados (la coca) y la gente va loca por follar, hay que tener cuidado. Pues aunque no lo parezca, una noche de fiesta se puede convertir en un auténtico infierno donde... se pierde un colega, alguien se cae encima de las bebidas y las revienta (que el tío este sangrando por los múltiples cortes no importa, que se joda), la hoguera no prende porque alguien ha traído las sillas mohosas de casa de su abuela, el que tenía el dinero para comprar los petardos se los ha acabado fumando, el tío que te querías follar se ha quedado dormido sobre su vómito (aunque sigue tan guapo...aixx), no follas ni aunque sigas ofreciéndole billetes a la farola con la que te estas rozando....

Mil y una cosas con las que el Diablo se divierte a costa de lo patéticos que somos los mortales.

No olvidéis que el Diablo tiene el rabo muy largo.

Le encanta dar por culo.

Y tiene mucha hambre de colocón.




domingo, 21 de junio de 2015

7 (Haiku)

Doble destello
Razón de vivir
Risa de bobalicón

Brisa cálida
Dulce sabor dejado,
Olor a mayo

Alma reflejandose,
Ternura en esos
Grandes espejos



jueves, 4 de junio de 2015

Baboulash (relato)

- Cuenta la leyenda que cuando la noche es cálida, tanto como para que las sábanas se te peguen al cuerpo por el sudor, un monstruo ronda los bosques y pantanos buscando saciarse con la carne de los vivos.
Cuenta la leyenda que este ser muerto viste con un abrigo mugriento recuerdo de cuando estaba vivo como tú y yo. Y que su figura encorvada merodea por aldeas y carromatos buscando un delicioso bocado.
Cuenta la leyenda que cuando esta bestia tiene hambre se arrastra de noche hasta las puertas y ventanas para arañarlas con sus uñas rotas mientras de su ropón salen todo tipo de insectos asquerosos.
Cuenta la leyenda que entonces los que allí vivan deberán ofrecer a alguien en sacrificio o todos morirán. Uno por noche.
Y esa es la leyenda del Baboulash. También conocido como el Infecto.
Y justamente por eso estamos aquí esta noche, Radomir.
-¿Me estás diciendo que hemos prendido fuego a la mitad del bosque para sacar a un monstruo de cuento para asustar a los niños y que se vayan a dormir pronto? 
-Si. Hemos prendido fuego al bosque sabiendo que el viento propagará el fuego hasta el río porque ese ser teme las llamas. También lo hemos hecho por que sabemos que no puede cruzar el agua corriente. Y este, amigo mío, es el único puente para llegar al otro lado.
-Si ese Baboulash del que hablas es cierto está acabado. Le hemos tendido una buena trampa. Si el fuego no acaba con él y huye en nuestra dirección le estarán esperando doce hombres armados con espadas y ballestas. Acabaremos con su miserable existencia.
-Que los dioses te escuchen Radomir.

Mientras el fulgor del fuego ilumina la noche que avanza sin estrellas ni luna, en el margen contrario del río un carruaje se dirige veloz hacia el puente.
Se detiene a escasos metros de este. Uno de los dos hombres que están fuera baja del pescante y abre la puerta.

-Ya hemos llegado señor.- dice con voz servicial.
-Gracias Alfredo.

Un hombre ricamente vestido con sombrero de copa y bastón con puño de plata baja tranquilamente mirando hacia los hombres que guardan el puente.

El elegante hombre se acerca a ellos mientras juega con su bastón con la mano derecha.

Al verlo venir, uno de los hombres del puente, el que lleva sombrero de ala a pesar de la calor reinante, se acerca al recién llegado no sin antes dar un par de ordenes al resto.

-Buenas noches Don Antuan.- en su voz se nota la tensión y una violencia apenas contenida.
-Buenas noches Dimitru. ¿Como va la caza del Baboulash?-.
-Todo va según lo que planeó. Le prendimos fuego al bosque donde nos dijo y el viento viene es nuestra dirección.- condenado calor masculla entre dientes tan apretados que parece que se van a romper. -Si el monstruo estaba donde dijo no tardará en aparecer. Ya no queda mucho para el amanecer-.
-Puede que el fuego haya acabado con esa bestia infecta-.
-No...Estoy seguro que está escondida en las tinieblas observándonos-.

Mientras los dos únicos hombres fuera del puente intercambian un par de frases más. Algo se mueve entre la maleza al otro lado del río.
Algo que está furioso y hambriento. Algo infecto que observa a los hombres congregados como un manjar. Un hambre monstruosa provoca que de su pútrida boca caiga una viscosa y espesa saliva hasta el suelo.
Pero la bestia no es estúpida, pues en otro tiempo fue un hombre y aún recuerda. Recuerda cosas.

Hay demasiados hombres para él solo. Tienen armas y fuego. Pero lo que los estúpidos hombres no saben es que Baboulash no está solo. Nunca lo está. Tiene a sus pequeñines.

De debajo de su mugriento abrigo empiezan a caer al suelo gusanos que se retuercen. De sus mangas trepan cucarachas negras hasta sus pálidas manos. Y finalmente de su boca abierta vomita una nube de gordas moscas que se unen en un enjambre entre arcada y arcada.

Miles y miles de insectos viven dentro de Baboulash. Se alimentan de su muerta carne y de sus podridos órganos y a cambio ellos le sirven.

El Infecto ríe mientras desata su plaga sobre los desprevenidos hombres del puente.

No tarda en reinar el caos. Los insectos pican y muerden. Se meten por los ojos, la nariz y la boca de los que sin saberlo se han condenado a morir con dolor.

Los ojos de la bestia se encienden con el rojo de la sangre que está por derramarse. Sus manos se convierten en garras y un rugido sobrenatural surge de su inhumana garganta mientras salta entre los despistados hombres.

La matanza transcurre en pocos latidos. Miembros humanos vuelan. Gritos desesperados callan. Cuerpos destripados se enfrían. La sangre y las vísceras bañan el puente y el Baboulash se deleita en las tripas de algún desgraciado que aún no ha muerto.

Una ballesta zumba y un virote se clava en el pecho de la criatura. Esta levanta su cabeza y ve a un hombre con sombrero de ala que desenvaina la espada mientras se acerca.

-Hasta aquí han llegado tus días de atemorizar a mi pueblo, monstruo-. La voz de Dimitru no muestra miedo si no una ira fruto de la venganza personal.

El Baboulash abre su boca pringada de sangre para enseñar sus dos filas de dientes serrados como cuchillas mientras gruñe desafiante.

Radormir observa asustado la carnicería y al terrible ser que devora a sus compañeros. Mientras ve como Dimitru y el monstruo se enfrentan, decide escapar rezando a cualquier dios que quiera escucharle para que la bestia no se percate de él y pueda volver a casa con su familia.

Pero parece que los dioses están sordos esta noche porque cuando empezaba a caminar por el puente ve como el Baboulash le arranca la cabeza al hombre del sombrero de ala mientras la bestia masculla algo que suena como "adiós Papá".

Radomir corre intentando ser más rápido que la muerte. Pero se estrella con alguien. Al levantar la mirada ve a un hombre elegante con sombrero de copa y bastón de puño de plata.

Este le tiende la mano para que se levante.

-Levántese buen hombre. No tema. ¿Cual era su nombre?-.
-Ra, ra, Radomir señor...- mientras se levanta mira atónito al hombre bien vestido y ve como la infecta criatura hace lo mismo.

-Bien Radomir. No tienes que temer nada. El Baboulash no va a hacerte daño- mientras Antuan va hablando la bestia se agazapa a cuatro patas en el suelo dispuesta a atacar. Pero no huele miedo en el hombre del sombrero de copa y el bastón de puño de plata. Más bien al contrario. Incluso diría que sonríe.
-Porque el auténtico monstruo soy yo- y al acabar de decir esto unos colmillos blancos como la luna llena salen de la boca del hombre elegante y desgarran la garganta de Radomir que muere con la cara de un estúpido que no entiende que está pasando. Antuan sacía su sed impía mientras sus ojos rojos como las sangre de la que se alimenta no se apartan ni un segundo de los del Baboulash.

Entonces el hombre elegante lanza el cuerpo sin vida de Radomir por encima del puente al río como si este no fuera más que un muñeco.
La bestia del mugriento ropón se tensa aún más dispuesto a lanzarse contra su nuevo adversario.
El hombre del sombrero de copa y el bastón de puño de plata ruge como un auténtico monstruo a la noche para saber que ésta le pertenece.

Con ademán diestro saca un pañuelo de seda blanco de su manga y se limpia la sangre.

-Pronto amanecerá y a los de nuestra especie no nos sienta bien el sol. Si fuera tan amable señor Baboulash de acompañarme a mi carruaje. Allí nos cubriríamos de los nefastos rayos del sol.

La infecta criatura se yergue como el hombre que fue una vez. Y al que hace mucho que nadie se dirige como tal.

El elegante hombre le da la espalda y empieza a andar hacia el carruaje mientras el mayordomo abre la puerta. Entonces el hombre del sombrero de copa y bastón de puño de plata se gira y le dice...

-Quiero proponerle un trato que no podrá rechazar....